Bomberos Voluntarios y un rescate muy particular

La tarea del bombero voluntario, es una tarea que requiere mucho sacrificio, voluntad y entereza. Una tarea que carga consigo lo doloroso de la arduas jornadas en el combate contra el fuego cada vez que este tipo de siniestros se suscitan en nuestra provincia. Pero a su vez es una tarea con fuertes emociones y anécdotas, y a veces en los lugares menos pensados.

Ayer, por la noche, cuando apenas faltaban minutos para ser las 00:00 hs. sonó uno de los teléfonos del cuartel de bomberos voluntarios de La Punta. Era tarde, y nada hacía imaginar que del otro lado habría un llamado muy particular. Se trataba de una vecina de la licitación 21 quien, angustiada, solicitaba nuestra ayuda para rescatar a su mascota. Una pequeña gatita había quedado atrapada en un caño de desague y no podía salir, llorando desesperadamente.

Los bomberos voluntarios se presentaron en el domicilio y pudieron comprobar que llegar hasta donde había quedado atrapada la pequeña felino, era prácticamente imposible debido a que al tratar de llegar hasta ella lo impedía un codo del mismo desague, y estaba atascada por su propio tamaño.

Su dueña, estaba muy angustiada porque llevaba más de 3 hs allí, mojada, con frío, y sin fuerzas. Mientrasse intentaba sacarla de ese tremendo lío en el que se había metido, la gatita dejó de maullar, apenas podía oírse su agitada respiración.

No quedó mas alternativa que romper la cañería. Los bomberos empezaron a picar para llegar a la parte del caño donde se estimaba estaba el pequeño animal atrapado.

Según lo que nos contó Andrea Latorre, jefa del Cuartel de Bomberos “metimos todo el brazo para poder extraerla ya sin fuerzas, pero su paso era detenido por partes de concreto que habían dentro del codo de la cañería” Luego de largos minutos de angustia y trabajo por parte de los bomberos, lograron sujetar al animal y extraerlo cuidadosamente. “Su estado era crítico, calculamos a causa del frío y el estrés” comenta Andrea. Finalmente fue envuelta en una toalla para secarla y darle calor, y pasado unos 15 minutos la mascota comenzó a reaccionar.

A pesar de que la jornada terminó con gran angustia por parte de todos los involucrados porque no se sabía si podría recuperarse plenamente, la historia tuvo un desenlace felíz: En horas tempranas del día de hoy, llegaron fotos al cuartel de la gatita ya repuesta y volviendo a su estado normal.

Los dueños no entienden como ingresó a dicha cañería ya que el tamaño de la gatita era considerable.
Un dato más de color es que la gatita es una de los cuatro gatitos que dejaron abandonados en el cuartel y se habían dado en adopción.

Ella se llama Mora, y seguramente pensará dos veces antes de volver a meter su húmeda nariz en cualquier recóndito lugar.

(Gracias a los bomberos voluntarios de La Punta por la información con la cual pudimos hacer esta nota de color)

Redacción: Vecinos de La Punta

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