Robó un televisor en La Punta y se lo quería llevar en el colectivo

Los vecinos de la ciudad de La Punta pueden dar por sentado que cuidarse entre todos funciona. El lunes, varias personas llamaron al 911 tras ver a un par de chicos merodear casas ajenas en actitud sospechosa. La Policía actuó rápido y atrapó a uno de ellos en una parada de colectivos, cuando se disponía a regresar a San Luis con un televisor y otras pertenencias de un odontólogo que vive en el Barrio 900 Viviendas norte. Hoy sería indagado en el juzgado Penal 3.

Kevin Alejandro Garro tiene varias entradas a comisarías de San Luis por averiguación de antecedentes, por violar la Ley de Drogas y por haberse resistido a una identificación por parte de policías, pero esta es su primera causa por un delito contra la propiedad.

Ayer, los efectivos de la Comisaría 37ª de La Punta elevaron un sumario en el que lo imputan de robo calificado por escalamiento, ya que, además de romper la rejas de una ventana para acceder a la casa, saltó al menos una tapia vecina para acceder al terreno de Jorge Daniel Sturino, que es odontólogo y trabaja en el Servicio Penitenciario Provincial.

El procedimiento comenzó el lunes pasadas las 12 del mediodía, cuando algunos vecinos llamaron a la Policía para advertir que dos jóvenes con ropa deportiva merodeaban manzanas del barrio portando un pedazo de madera y mirando hacia las casas que no tenían cierre perimetral.

“Enviamos un móvil de Comando Radioeléctrico, otro de la comisaría y al oficial principal Díaz, que es un motorista encargado de la prevención en la zona”, comentó ayer el subjefe de la seccional 37ª, subcomisario Ismael Bustos. Justamente fue Díaz quien halló, en una parada de colectivos ubicada frente a la manzana 13 del barrio, a un joven que cargaba un objeto rectangular cubierto con una sábana beige.

Era Garro, quien notablemente nervioso intentó convencer al policía que al Smart TV Samsung de 42 pulgadas que llevaba consigo se lo había prestado su tía para que jugara videojuegos en su casa, en el Barrio Amaro Burgos de la capital.

En los bolsillos de la campera negra con el escudo de la Selección Argentina de Fútbol, que los denunciantes habían descripto por teléfono, los investigadores hallaron el control remoto y un cable de alimentación del televisor, una tijera de modista y un cuchillo tipo safari, elementos que luego Sturino reconoció como propios.

Pero hasta ese momento, aún en la garita de colectivos, los efectivos no sabían quién había sido la víctima. Lo supieron minutos después tras encontrarse con la víctima en la vereda de su casa, a unas tres cuadras del lugar de la detención, en la manzana 25, adonde había regresado de urgencia tras ser advertido por un vecino.

Se llevaron poco

A pesar de que en la vivienda del odontólogo estaba todo revuelto, hasta ayer la víctima no había notado otros faltantes más que lo que le secuestraron a Garro, que tiene 20 años y permanece alojado en la Comisaría 37ª.

“Para ingresar doblaron los barrotes de una ventana de la cocina, que da al patio. Usaron la regla de madera con la que los habían visto, que quedó tirada junto a la abertura con hendiduras por la fuerza que hicieron y pintura blanca de la ventana, indicios que también nos sirven de prueba”, confió Bustos.

Pese a que patrullaron la zona buscándolo, el cómplice de Garro escapó, aunque la Policía tiene indicios de su identidad. “Tenemos información de que es vecino de la zona oeste de San Luis, pero como la víctima no denunció otros faltantes no tenemos elementos para pedir un allanamiento. Si el detenido confiesa y lo delata podríamos detenerlo, tal vez para imputarle el mismo hecho en calidad de coautor o una causa por daños”, refirió la fuente.

Fuente: LPESL

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