Son bomberos, y los unió la llama del amor
Se trata de Germán y Milagro, ambos son bomberos de gran vocación y desde hace cuatro años forman parte del Cuartel 16 de bomberos voluntarios de La Punta. A ellos, los envuelve una historia de amor, compromiso por la comunidad, y pasión por lo que hacen.
German Engel, tiene 35 años, es Sargento 1°, y 16 años de servicio a la comunidad lo enorgullecen. Milagro Knauer, es Cabo 1°, tiene 30 años y más de 10 años de servicio como bombero.



Fueron Bomberos Voluntarios de la Ciudad de San Luis, después en Naschel y en La Punta llevan 4 años.
Sobre esta pasión por el servicio en tan noble institución, Germán nos cuenta “entré como cadete a los 12 años en Naschel (2002), y empecé porque era llamativo y luego apareció la vocación. A los 18 años me vine a estudiar a San Luis y entre en los Bomberos de San Luis ya como personal del cuerpo activo”.
A Milagro, el llamado llegó por la enorme solidaridad que encontró de la comunidad bomberil en un momento difícil para su familia “Tuve una situación familiar con mi papa donde necesitaba donadores de sangre y fueron muchos bomberos a donar, y eso me motivo de alguna manera a devolver algo de lo que hicieron por su salud. Fue allí que en un día del niño presté mi colaboración a ayudarlos y después de eso no me fui más.”
Pero como hicimos referencia en el título de esta nota, siendo bomberos, paradójicamente, hay una llama que ninguno de ellos procura apagar, la del amor. Y decidieron confirmarlo a través del mayor compromiso que un hombre y una mujer pueden tener: casarse y consolidar una familia. El matrimonio se consagró el pasado 11 de enero en la Iglesia Catedral de San Luis, con el acompañamiento de familiares y obviamente la comunidad de bomberos del Cuartel 16 de La Punta.

“Veo en ella una persona comprometida y luchadora, una compañera ejemplar. Una mujer que siempre busca progresar y superar sus obstáculos. Yo voy a estar a un brazo de distancia, lo suficientemente cerca para que, si me necesita poder ayudarla, pero no tanto para que nunca deje de ser ella misma.” Afirma Germán.
“De él, su sinceridad y el entenderme. Respetarme como soy con todas mis virtudes, debilidades y defectos” resalta Milagro.
Sus dos hijos, Valentin de 13 años y Walter de 7 años están orgullosos de ambos y el más pequeño ya es cadete en el cuartel.
“Si bien, sabemos los riesgos que implica ser bombero, sentimos orgullo que el sienta ese deseo de pertenecer “remarca Germán.
Esta es una breve historia de dos bomberos de nuestra ciudad, una historia de color que forma parte de este hermoso lugar custodiado por las sierras y adornado por los mejores atardeceres.
Es una historia que decidimos contar en Vecinos De La Punta porque siempre hablamos de aquello que nos distingue, que nos enriquece, lo que le aporta un matiz más a nuestra comunidad. Felicitamos a estos dos bomberos de La Punta como a la institución que pertenecen, agradecemos la labor que realizan, y brindamos por el paso que decidieron dar en la confirmación de ese amor que fue creciendo día a día.
Nota: Darío Irusta

