Un lugar místico camino al mirador de La Punta

A medida que se asciende por el camino del Mirador La Punta – Potrero de los Funes uno se encuentra con paisajes maravillosos, pero también con lugares de los que poco se sabe, y en los que hay una mística especial.

Uno de esos lugares está a pocos metros del mirador y puede divisarse fácilmente por la gran cruz de piedra y mosaico que se erige a la vera de la ruta.

Con nuestro equipo de trabajo, vimos su portón de rejas abierto y un cartel que decía “si está abierto, pase”, y nos animamos a descender por un empinado camino hasta encontrarnos con un lugar que verdaderamente nos sorprendió.

Al llegar, lo primero que se ve entre los grandes álamos y alerces, mucha vegetación y el cauce de un pequeño arroyo ya seco, es una hermosa iglesia construida de piedra y madera, más tarde nos enteraríamos que se llama “Nuestra Señora del Monte Carmelo”. Muy cerca de esta, una casa con varias habitaciones que se pierden entre las flores y plantas del lugar.

Sale a recibirnos, con su amistosa mascota, un ovejero alemán cachorro, el sacerdote Jorge Piñol, y el nos cuenta un poco de la historia de su comunidad y del lugar en el que realizan sus actividades.

“Pertenecemos a la comunidad religiosa Instituto Cristo Rey”. Comunidad que tiene su origen en Rosario, Santa Fé. Aquí vivimos unas 12 personas entre sacerdotes, y estudiantes de sacerdocio”.


Agrega además que “Hace más de 30 años que veníamos a San Luis a brindar retiros espirituales que es lo que hace nuestra comunidad “Ejercicios Espirituales de San Ignacio”. Y desde hace 11 años que estamos instalados en San Luis con nuestra comunidad”.


Sobre el lugar nos cuenta que “ es una casa de formación, donde los más jóvenes que tienen vocación o sienten el llamado a la vida sacerdotal o religiosa con nuestro propio carisma, realizan una vida dedicada al estudio y lo religioso. Aquí ellos tienen todo un proceso de formación que comienza con el postulantado, donde se va viendo y conociendo más acerca de esta vida, luego el noviciado, y si está llamado al sacerdocio, son muchos años de estudio, unos 7 por lo menos”, destaca.

“La casa de formación se inició en San Luis en el año 2008 y ha ido creciendo con el tiempo. Hemos tenido muchas vocaciones de muchos lados, no solamente de San Luis, hay de distintos lugares del país, incluso de Colombia” remarca.

Adentrándose un poco más en su historia nos agrega que “al principio estábamos en una casa que se nos cedió y hoy ya tenemos una casa de formación en Las Chacras, Juana Koslay, que es el Seminario. Entre el 2014/16, el obispo, en ese entonces de San Luis, nos cedió este lugar en el que estamos ahora, con una condición “que siempre haya presencia religiosa”, ya que esto fue una donación de una familia que quería se cumpliera esa condición. Si eso no se cumple todo vuelve a su donante”.


La familia que estaba en este lugar, ya contaba con una capilla muy rústica.

En ese mismo lugar, años atrás estuvo la comunidad de los hermanos “Ermitaños Eucarísticos del Padre Celestial”, quienes habitaron unos 10 años. “Ellos eran monjes colombianos que tenían una vida más retirada, de oración y penitencia. Eran más de 10 y por ese entonces no estaba el camino de asfalto. Acá no llega la luz, es todo paneles solares, pero ellos vivían de un modo muy austero, muy pobre” nos cuenta el sacerdote.

En ese lugar, hoy, además de la vida de estudio sacerdotal, se brinda Santa Misa abierta a la comunidad. Todos los días a las 8 de la mañana y los domingos a las 11.

“Mientras el portón este abierto se puede acceder” nos dice con una sonrisa afable el clérigo, y nosotros, con un aire de profunda paz nos retiramos destacando que el lugar es muy lindo, muy pintoresco y con cierta magia que invita a conocerlo.

Nota realizada por Dario Irusta
para VecinosdeLaPunta.net

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