Personal del Hospital M. J. Becker continúa con los talleres de RCP (Reanimación Cardio Pulmonar)
Continúan los talleres y capacitaciones sobre RCP (Reanimación Cardio Pulmonar) que dicta personal del Hospital Maria Juliana Becker, en distintos ámbitos de nuestra comunidad.
Inicialmente las capacitaciones fueron realizadas para el propio personal del hospital como puede apreciarse en las siguientes imágenes de los talleres realizados el pasado 27 y 28 julio.
El 30 de julio dicho taller se llevó a cabo con alumnos de 6to año de la escuela secundaria Rosenda Quiroga.
(imágenes Hosp. María Juliana Becker)
La importancia de saber realizar RCP
Se estima que 7 de cada 10 paros cardíacos ocurren fuera del hospital. Usualmente se producen en el domicilio del paciente, quien en, aproximadamente, la mitad de los casos se encuentra solo.
El paro cardíaco ocurre cuando el corazón se detiene de manera inesperada. Se interrumpe la circulación y esto afecta primero el cerebro, que deja de recibir oxígeno.
Es necesario adoptar hábitos saludables y realizar controles médicos periódicos para disminuir los riesgos, pero también es fundamental estar preparados para socorrer a una persona que sufre un paro. Las maniobras de RCP logran que la sangre vuelva a fluir desde el corazón hacia el cerebro. Cuanto antes se realicen, más posibilidades tendrá el paciente de salvarse. Se calcula que las chances de supervivencia disminuyen un 10% por cada minuto que pase sin reanimación; por eso, estar capacitados es clave.
Las tres claves que aumentan significativamente las tasas de supervivencia son:
La detección precoz del paciente en paro
El conocimiento de las maniobras de RCP por parte de la población
La disposición y posibilidad de usar un desfibrilador externo automático (DEA) en forma temprana.
La RCP es un procedimiento simple que consiste en realizar compresiones torácicas para mantener el flujo sanguíneo hasta el arribo de una ambulancia.
PASOS DE LA RCP
1 – Evaluar que la escena sea segura y permita actuar sin poner en peligro su vida.
2 –Realizar presión en ambos hombros y preguntar con voz fuerte “¿Se encuentra bien?”
3 – Llamar (si se encuentra solo) o pedir a alguien concreto que llame a una ambulancia. Explique que se trata de una persona que no responde, por lo que deben llevar un DEA.
4 – Comenzar las maniobras de reanimación: Colocar una mano sobre la otra, entrelazadas y el talón de la mano de abajo en el centro del pecho, en la mitad inferior del esternón. Comprimir el pecho de la víctima entre 5 y 6 cm. de profundidad. Esta maniobra debe realizarse a una frecuencia de 100 a 120 compresiones por minuto, realizando secuencias de 30 compresiones y dos ventilaciones.